Las Cronicas de Fede

Mi vida, que mas?

Nombre: Fede

agosto 26, 2006

Cine y revolución


cine y revolución

Las grandes personalidades del mundo, como un servidor, parecen funcionar en su medio como imanes, atrayendo hacia sí una variedad de personalidades de características que reflejan atisbos de la genialidad que las convoca. Quizás es por esto que conocí a Rubén Ruffo, un joven e intrépido cineasta de Villa Crespo.

Ruffo resumía su vida y obra detrás de una premisa básica: Revolución. Enseguida comprendí que Rubén no era mas cineasta que revolucionario y su revolución nacía de la trasgresión. Hacia lo instituido, hacia lo esperable. El quería sorprender. “por eso nunca quise estudiar cine” me dijo mientras filmaba su 3º comedia musical muda, el 94º film de su basta carrera artística. (si, así es, con sus escasos 19 años ya contaba con una filmografía que no tenía nada que envidiarle cuantitativamente a la de ningún director clásico). Para Ruffo la trasgresión era necesaria, y era el único camino hacia el progreso. En sus películas jamás se observan los lugares comunes del cine mundial como lo conocemos. En sus películas, casi nunca se entendía nada.

Me explicó que todo comenzó en la filmación de su primer trabajo: “Jotas”. “Jotas” era un intrincado film psicológico que desarrollaba la historia de un cuarteto de amigos bisexuales: Juan, Jimena, Jaime y Joaquina. Cada uno de ellos mantenía relaciones en secreto con 2 de los otros mientras que conllevaba una relación oficial con el tercero. Cuando Juan, el protagonista, descubre la verdad sobre el enfermo cuadrángulo amoroso, presa de una angustia y una repulsión que no puede contener, se dirige al club de polo para revelar la verdad a los demás. En la filmación de esta escena, en una toma de exteriores, merced de un descuido de la señora del 5º A del edificio que constituía el fondo del set de filmación, una maceta de 30 kg en caída libre desde su balcón aterrizó accidentalmente en el cráneo de Francisco Villalba, el interprete de Juan, terminando con su vida así como con su prometedora carrera de actuación. El incidente fue capturado por las cámaras.

Pero la cabeza de Villalba no fue la única que se abrió con el accidente. Ruffo se iluminó y mando a imprimir la escena y decidió que la película terminaría con la trágica muerte de Juan, un suceso trágico e inesperado. Como la vida misma.

La obra de Ruffo nunca retomó los rumbos tradicionales, al contrario, fue siempre creciendo en trasgresión. Planos inauditos, guiones estrafalarios, bandas sonoras incongruentes. En los festivales presentaba largometrajes de 3 minutos y cortos de 4 horas, películas que paseaban de género en género cada 10 minutos, películas corales sin actores, grandes producciones de cine catástrofe sin tomas de exteriores. Incluso presentó una vez un documental que constaba de una entrevista de 2 horas a una persona que no tuvo ninguna parte en el evento analizado, de hecho, ni siquiera sabía que había ocurrido...

Creo que no es poco lo que podemos aprender del genio de Ruffo. Es cierto que vive en la más puerca de las miserias y que nunca fue reconocido, de hecho, los trabajos que presenta ni siquiera son aceptados en los festivales. Pero no debemos menospreciar su claro mensaje. La revolución está al alcance de la mano. No es tan imposible como nos quieren hacer creer.

El problema es hacerla con gracia.

agosto 20, 2006

Yodel

Estoy trabajando en una nueva teoría. Y en rigor científico voy a solicitar su colaboración, y por supuesto, luego se las daré a conocer para que puedan opinar.

En primer término, preciso que vean este video. (CLICK AQUÍ)

Y/o escuchen la siguiente canción.



Zillertaler Schuerzenjaeger - Appenzeller

Antes de continuar, por favor, es necesario que hayan visto o escuchado los elementos sugeridos si quieren formar parte de la muestra de mi investigación.

Muy bien, si están leyendo esto asumo que vieron/escucharon el material o que, de repente, no les interesa participar activamente del desarrollo de la ciencia. En este segundo caso, es usted una persona horrible horrible.

De lo contrario, si usted participó de la experiencia, me atrevo a aseverar que en algún momento, durante su periodo de exposición al material sugerido, usted sonrió al menos, si no rió a viva voz.

(Comprenderán ahora porque no dije nada de esto antes, pues quería provocar un encuentro desprevenido. De lo contrario, mediante un esfuerzo conciente los resultados podrían haberse visto alterados.)

Sostengo que la risa o sonrisa del desprevenido es inevitable, ya que el Yodel, su fórmula, incluye altas dosis de felicidad.

Desde la invención del Tango, a sabiendas música a base de tristeza. Me he esforzado en encontrar su antítesis, y tras mucha investigación, y con suerte, con su venia, ya que consisten en mi última prueba de campo, anunciaré por concluida la búsqueda.

El Yodel, la música de la felicidad.


En los paises nórdicos

agosto 09, 2006

Video Club

Retorno. Regresado ya a Buenos Aires, antes que nada, quiero agradecer el apoyo recibido especialmente a Marcos y la señorita Gri. Pero se trata ya de un capitulo cerrado y no es mi intención continuar en esa línea.

Habiendo sufrido tamaña cachetada antiaristimuñan por parte del tristemente celebre Gesell, tomé conciencia de la necesidad de estar más alerta en los no pocos círculos en los que me muevo. Así pues, me decidí a hacer un reconocimiento del barrio en el que habito, Palermo. Para ello me agencié un puesto laboral en mi video club amigo como Encargado Responsable de la Distribución del Séptimo Arte. (Delivery Boy según Ariel)

El trabajo es muy relajado y en un ambiente más que amistoso, además, cuenta con la imponderable ventaja de permitirme el ilimitado alquiler gratuito de películas. Sin duda, surgirá un nuevo ciclo de cine aristimuñil, quizás lo comparta aquí con ustedes.



El boxitracio es socio del video!

El pasado sábado, desempeñándome laboralmente en la inmejorable compañía de HAS, Ariel y Facundo, quizás por el efecto potenciador a la creatividad que provoca la mutua compañía entre mi persona y HAS, no sabría decir a quien se le ocurrió, surgió un pasatiempo más que interesante y sobretodo entretenido. Se trataba de competir en equipos presentando palabras y compitiendo para ver que palabra contaba con más títulos de películas en el sistema del video club. Desde el vamos que la palabra “amor” fue prohibida.

Tiempo, día, mortal, obsesión, asesino, camino, etc. fueron algunas de las elegidas. A medida que agotábamos los recursos más obvios si se quiere, se volvía más entretenido el juego.

Después de un tiempo, creo que ya nadie llevaba el marcador. Creo que con mi equipo perdimos, pero, a decir verdad, creo que todos ganamos.