Aventura onírica

Linyera: Carradine + Diógenes.

Estaba yo en linea, hablando en inglés en una sala de chat para hispanoparlantes que quisieran prácticar el idioma sajón. Eran ya las 2 de la mañana y estaba yo muy cansado por la ajetreada jornada. En aquel momento me dirigi a mis contrapartes y les dije: "I have a dream". "Oh! like Martin Luther King!" dijo uno. "No", les dije ya pasando al castellano al ver que no podían manejar con propiedad mi nivel de inglés, "digo que tengo un sueño!... me voy a dormir". Y dicho y hecho, así lo hice.

Pero no, no temais, no se trata de la crónica mas corta en la historia de esta hermosa página. No, sucede que mi anécdota, transcurrió en esta oportunidad en los terrenos de la zona limitadas de significado, en los espacios oníricos, en el reino de los sueños. Y si, digo, porque no?, porque limitar mis aventuras al plano terrenal? acaso es menos aventura una aventura onírica? Y en todo caso, que es la realidad? están seguros?

Dejaré sin zanjar estas dudas existenciales, y me abogaré en cambio a mi vocación, el croniqueo:

Mi sueño comenzó de forma natural, estaba yo jugando la final de la NBA con Emanuel Ginobili y los Spurs. A propósito de esto, todo mi respeto y admiración a ese a esta altura prócer del deporte nacional y for export. Bueno, luego de una volcada con vuelta carnero flicflá en el aire, voy a descansar al banquillo unos minutos. Ahi es cuando se distorciona la "realidad" del sueño y el banco se transforma en una parada de colectivo de la linea 60, que aparente tiene parada hasta en los sueños de uno. Estaba yo esperando el colectivo junto con una dama y un caballero muy bien vestido, de traje, cuando llegó a la escena un singular personaje. Un linyera.

En este punto, al tiempo que les describo al linyera, me voy a permitir una reflexion sobre estas personas que llamamos linyeras. No estoy tratando de hacer un juicio de valor sobre estas personas, es decir, uno no puede saber contra que clase de experiencias y condiciones se hayan tenido que enfrentar de manera que la inmesericordiosa sociedad los haya expulsado de su seno. Siendo estos ahora marginados, excomulgados, raros, locos, y tantos otros prejuicios que mantiene esta sociedad victimaria. Sin embargo, sostengo que una persona por el simple hecho de dejarse estar, no bañarse nunca, no puede conllevar tal estado de suciedad. Porque cada tanto llueve, o no?. Sostengo que se ensucian mas de la cuenta, a propósito. En fin, no los juzgo, es sólo una observación. En este caso, el linyera que se acercó a la parada del 60, estaba sucio como el que más, tenia barba y un sobretodo harapiento y muy sucio también. Sobretodo que al pedirle el dibujo a HAS, por un error de tipeo escribí "sobre todo" y el entendió que tenía un sobre en la mano, de modo que ignoren el sobre, no cumple ninguna función. Por otro lado tenía una mirada inyectada, con los ojos bien abiertos, y los labios en una mueca de gruñido. Esa era toda la emoción que expresaba, porque fuera de eso era inmutable, impávido, no reaccionaba, no pestañaba, juraría que no respiraba.

Primero comenzó a mirar de reojo al señor de traje, pero con los ojos aún bien abiertos. Y de sopetón, con la velocidad del rayo, estiró la mano y le arranco del bolsillo la billetera al señor de traje. Este comenzó a reclamarle que se la devolviera, pues era de su propiedad. Pero el linyera no le respondía, sólo lo miraba fijo con esa cara de loco. A pesar de sus quejas el señor no lo atacaba, se notaba que tenía miedo. De otro manotazo le sacó el reloj, a lo cual el señor, en su impotencia, se fue corriendo asustado. La mijer que estaba en la parada se fue con él. Quedamos solos, yo y el linyera. Lo miraba y me miraba. Estaba esperando el manotazo en cualquier momento. Pero antes de que nada suceda llegó el 60, donde por alguna razón estaban todos los jugadores de la selección nacional de fútbol. Me dieron una camiseta y botines, y fuimos a jugar la final del mundo contra Brazil. Ganamos, con un gol mío de chilena.

Que? El significado del sueño?, ni idea. Acepto interpretaciones, psicoanalistas muy limones abstenerse.