Las cuadras contadas

fedum descendum colectivum. Enojadum est.

Producto de varias consideraciones y reflexiones de un tiempo a esta parte, retomaré la página sobre la desobediencia normativa de los choferes de la linea de colectivos 188. El 50 % de las veces no se detienen en la parada de San Luis y Ecuador. Nótese que se trata de una parada que en particular no permite objeciones a su existencia como puede ser el caso de otras paradas de otras lineas de colectivo. El poste existe, es oficial, me refiero a que no es un numero pintado a mano en el poste del cableado lumínico de la ciudad, y no de encuentra oculto a la perspectiva del conductor por algun follaje, cartel o simil. Por otra parte, dada la mal experiencia vivida, pongo especial cuidado en presionar con suficiente antelación el botonito para bajar. De manera, que el señor chofer no cuenta con ninguna excusa para disponer de mis cuadras de esa manera.

Se preguntarán a que me refiero con "disponer de mis cuadras". Verán, un duende amigo mío cuya identidad no revelaré a fin de respetar su anonimato, pero que es libre de revelar por si mismo si así lo desea, tiene una teoría a la que adscribo rotundamente. Él sostiene que al nacer, un individuo dado cuenta con una cantidad X de cuadras para caminar en la vida, luego, una vez caminadas, caput, c´est fini, bye bye, te enmoris bien muerto.

Por esta razón es menester cuidar las cuadras que uno camina y procurar que sean las justas y necesarias. Tampoco hay que exagerar, no es cuestión de andar amarreteando cuadras.

Pero mi situación con los colectivos de la mecionada linea ya excede el carácter de nimia. Obligado como me veo a tomar ese colectivo todos los días laborales, y obviando éste mi parada la mitad de las veces, no puedo pasar por alto que 2,5 veces por semana, me veo en la incomodidad de malgastar 2 cuadras. Totalizando pues, un malgastamiento de 5 cuadras por semana. Demasiado a menudo para mi gusto. Un par de operaciones matemáticas mediante y sin dificultad podemos arribar a la conclusión de que la linea 188 me debe ya 315 cuadras, que, a su vez, si lo dividimos por el promedio aproximado de cuadras que realiza una persona por día nos resulta en la nada módica suma de 10,7 días de vida.

No, no se engañen, 11 días no es poco considerando que estamos hablando de la consecuencia de una serie de caprichos de los conductores de una linea de colectivos. De manera que pienso llevar estos asuntos a la justicia. Los tendré al tanto.