The Way I cuent in my ment

calculus mentalis

Inspirado por la genial crónica "The Way I walk", me dispuse a repensar varios aspectos de mi quehacer diario y tal como lo sospeché, descubrí que toda actividad, tiene su cuota de truquinis, trampas o variantes. Es indispensable la reflexión y la toma de conciencia, para poder sacar el máximo provecho a estas peculiaridades. En mi calidad de gurú internacional de la verdad, en la medida que me lo permita mi ajetreada agenda, les ofreceré, por rubro, todo aquello que vaya descubriendo. Favor de corresponder este noble aporte de descubrir ustedes, algun truco, trampa o variante de pura casualidad.

Es el caso de las cuentas mentales, las cuales realizo de una forma bastante particular que comentaré en lo sucesivo. Para ser francos, tomé conocimiento de mi inusual proceder en marzo del corriente año, pero no fue hasta que uní ese saber con el producido en la ya mencionada crónica que pude vizlumbrar que me encontraba ante una variante, que funcionaba como truco para mi persona (ya que me facilitaba el cálculo). Compartiré con ustedes, mis queridos subditos, mi experiencia, y los frutos de ésta.

Nos encontrabamos en Libertad y Lavalle si mal no recuerdo, acababamos de salir del cine Electric, donde nos fue proyectada Zatoichi (muy buena, le doy 5 aristimuños) y habiamos renunciado al privilegio de observar en continuado Elektra, porque muchso teníamos que madrugar al día siguiente y ya era tarde. De cualquier modo, estabamos en esa esquina, y no recuerdo porqué surgió una duda que derivaba en el calculo de 83 - 59. Fue en ese preciso instante, mientras resolvía la sencilla ecuación, que me di cuenta.

Lejos de proceder restando las unidades, pidiendo prestado a las decenas para luego restar las decenas como me enseño Cecilia, mi maestra de segundo grado; procedi de la siguiente manera: Me dije bueno, 59 + 1 es 60, pero si le sume 1 a 59, tambien le sumo a 83, que ahora entonces es 84. Ahora de 60 a 80 hay 20, y de 80 a 84 hay 4, 20 + 4 es 24. Listo! da 24!

Si, ya sé que parece más complicado así, pero así me funciona. Y en tiempo real, tardo mas o menos lo mismo que cualquier hijo de vecino en hacer la cuenta, sólo que me evito el engorroso pedir prestado a las decenas, no me gusta eso del pedir prestado, las cosas hay que ganarselas...

En aquella ocasión comenté mi modus operandi a mis amigos, y muchos de ellos también tenían muy interesantes variantes.

Creo que el quid de la cuestión no recide en que serie de operaciones uno realiza, sino en apropiarse de un modo. Perfeccionarlo. Es el caso de Ferrandio que para hacer restas siempre dividía los numeros por si mismos y los restaba después. Siempre le daba 0, que no siempre estába bien, pero que rápido que era!. Yo personalmente los invito a intentarlo, adueñense de su propia extravaganza operatoria, y luego compartanla en este humilde espacio.