Yo elegí que mi lunes, sea un Oswalday

chanchus yendi...

Mi cuerpo, mas sabio que mi persona, supo poner un alto a mi ajetreada vida. Con una angina puxtacia, obligome a permanecer en inactividad dos días todo envuelto en las sabanas de mi cama. Está angina la contraje por un exceso de caballerosidad, pues yo, en mi nobleza, aún sintiéndome medio mal, con dolor de cabeza y garganta, como en las previas de una enfermedad, no pude permitir que una compañera de cursada se dirija en soledad a la zona de chacarita, donde tomaría otro colectivo que la llevaría por fin a su hogar, de modo que la acompañé. Éste último colectivo tardo una hora y veinte minutos en llegar. Hora en la cual yo ya estaba temblando literalmente, y a pesar de mis deseos, y de las sugerencias de mi compañera de que me vaya, que no hacía falta que me quede, que ella se volvía sola todos los días, por mi honor que no pude retirarme. Naturalmente, al día siguiente gomité todo y amanecí en un estado deplorable.

En fin, consecuencia de mi enfermedad, tuve tiempo de reflexionar un poco y de ver mucha televisión. Descubrí que puedo ver un capitulo de Dawsons Creek y que se me caiga un lagrimón. Y también, estuve pensando, sobre lo que les contaré a continuación. En un principio, no sabía si croniquear al respecto, hay mucho fana joven dando vuelta por ahí dispuesto a imitar cada acción que yo realice. Pero bueno, pude pensarlo mejor y no estaría bien ocultarlo, asi como tampoco está mal hacer lo que hice, es sólo, poco… decoroso.

Lo sucedido transcurrió el día lunes 27 de junio. Tras rendir el segundo parcial de Psicología Social, junto con mis compañeros de la materia, nos endirigimos a la casa de uno de ellos que responde al nombre de Petón, el tucumano. Allí ordenamos unas pizzas y algunas cervezas (yo tomé sprite, naturalmente) (encuentro a la cerveza de sabor horrible, y creo que la gente se autolava el cerebro para pensar que es rica, pero eso es tema para otra crónica). A las 2 horas, encontré el mazo de cartas.

Empezamos jugando al truco, pero como no prosperaba, empezamos a jugar al chancho. A esta altura, se sumó el compañero de vivienda de Petón. Al ratito, perdió Lorena, y naturalmente la mandamos a Berlin, su prenda fue hacer un Lap Dance a Miriam, muy divertido, empezamos reservados. En seguida, el siguiente en perder e ir a Berlin, fue Petón. Este es el punto de quiebre, las chicas pidieron un striptis parcial.

Petón no se hizo mayor problema, y comenzó hacerlo. Ya en la etapa final, con el pantalón por las rodillas bailando al son de “Never tear us apart” de INXS, suena el teléfono. Atiende Cristian, el compañero de vivienda de Petón, “- es para vos” le dice. Petón atiende… “hola?” … “hola mama, como estás?”. Todos estallamos en risas. “si, si me estoy portando bien” decía el cararrota. Obviamente, la situación fue luego irremontable, de modo que no pudo terminar el strip.

Para no agobiarlos con detalles, les voy a contar que después de esto ya ni jugábamos al chancho, simplemente íbamos por turnos a Berlín para enfrentarnos con una prenda al volver. Resumen de la noche, terminé besando dos minas y dos chabones (demás está decir que con los últimos fue solo un pico ultra veloz seguido por una serie de gárgaras en el baño). Cabe agregar que conocimos el lado oscuro de Petón… no,… pero no!, como vas a pensar eso?, no me refiero a su retaguardia,… no, me refiero a que es una persona dañina, a la hora de formular las prendas el quería ver daño. Privilegiaba este atractivo en las prendas, es decir, el daño, el sufrimiento, la incomodez del ejecutor, a la propia diversión.

Si… fue una loca loca noche.

Dedico esta crónica a Leo que lo vió todo por TV, porque se fue con la novia…