Auxilio Mecánico

Pero no me importa, porque llevo torta

La materia “Metodología de la Investigación” no guardaba ninguna sorpresa para un hombre de ciencia como un servidor, y, confieso, mas por desidia que por otra cosa, me ausenté a demasiadas clases teóricas en el pasado cuatrimestre. Por estos motivos, me importaba ir a firmar en persona el 8 que conseguí de todas formas en esta materia. Ya que, de surgir algún inconveniente, podría intentar revertirlo.

Pero ese día tenía una clase de inglés, que en suma, se prolongó mas allá de lo habitual, con lo que estaba llegando demasiado tarde para mi gusto. Fue por estas razones, que por vez primera, tomé el auto prestado sin pedirlo y me dirigí a la facultad.

El tramite fue sencillo, veloz y sin inconvenientes. Pero en el camino de regreso. Experimente una molestia en el freno, luego, se me apago el motor y no volvió a encenderse. (obvio sabotaje anti aristimuñan) ¿Dónde se detuvo el auto? En la mitad de la avenida Córdoba. Si, y yo solo y sin ayuda lo empuje hacia el cordón esquivando autos… si si…

Por suerte, pensé, estaba en Córdoba y Medrano. Una estación de servicio y 4 gomerías cuanto menos. Yo creía que se trataba de un problema de Batería por lo que pensé que sería cuestión de enchufarle unos cables a otra, encenderlo y listo. Aunque pensaba pagar por ese servicio, para mi asombro, en ninguno de los mencionados lugares podían alejarse de sus labores para ayudarme.

En este punto me di cuenta de la complejidad de este complot anti aristimuñan. Pero no me dejaría abatir tan fácilmente. Mi señor padre, hombre correcto, leal, puntual, cual karateka del AJA, hombre correcto si los hay. Mi padre seguro contaría con un seguro automotor, y este, a su vez, contaría con un servicio de auxilio mecánico. Así era pues, y tras una espera de 20 minutos, una grúa me remolco a mi hogar.

Al final, el problema fue un sobrecalentamiento del motor, problema crónico en ese vehículo. Sin embargo, mi padre juzgó que era todo mi culpa lo mismo. Aunque después se le pasó.

Conclusión, me tuve que levantar a las 7 de la mañana para acompañar a mi padre al taller, manejando el auto apagado mientras el lo remolcaba con la camioneta de la oficina.

Final último. Hoy, mi padre chocó el coche (que ya habían reparado). Y lo hizo pelota.

Que cosas, no?